Y me di cuenta de que eras un ideal. Que no eras tal y como yo pensaba... Que realmente no eras perfecto.
Y se me ocurrieron mil cosas... Y de esas mil, novecientas eran imposibles... noventa y nueve no las recuerdo...
Y una, era estúpida... Decirte que, a pesar de todo, seguías en mí.
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